Hoy, día siguiente al día de mayor ilusión para muchos niños, el niño que llevo en mi esta triste. Triste...triste, triste por no ver fraguada la ilusion de ayer, en el adulto de hoy. Triste de ver como me hallo perdido y sin rumbo; que no se como encontrar el camino correcto que me devuelva esa ilusion que tanto echo en falta y que desde hace tiempo no consiguo seguirle la pista ni desde lejos. Triste por no saber cuando llegará ese cambio anhelado que me sacará de esta corriente por la que simplemente me dejo arrastrar intentando vislumbrar el punto donde acabar barado y comenzar por mi mismo y para mi mismo. ¿Está quizás ahí la clave? Para mi mismo... Puedo estar a punto de desvelarme a mi mismo el secreto de mi perdida y aun tardo en querer entererme. Tengo que dejar de vivir para los demas, o atendiendo a los demas y vivir para mi. Dejar los excesos gestos paternalistas , dejar de justificarme ante los demas, buscar objetivos propios, curiosidades, inquietudes que me devuelvan mi ilusión y a mi mismo.
Son en estos casos, en los que quiero tener una perspectiva diferente, mas sencilla, mas sana, mas inocente, mas espontanea le pregunto al niño que llevo en mi:
El niño que llevo en mi:" las cosas son demasiado sencillas... ¿por qué complicarlas?
Son en estos casos, en los que quiero tener una perspectiva diferente, mas sencilla, mas sana, mas inocente, mas espontanea le pregunto al niño que llevo en mi:
El niño que llevo en mi:" las cosas son demasiado sencillas... ¿por qué complicarlas?
1 comentario:
Me sorprende tanto que hayas creado tú un blog, porque creía que no era amigo de estas forma de expresión.
Espero que tu andanza aquí sea buena y te sirva para aliviar tensiones, y sí, las cosas son demasiado sencillas, sólo hay que tener la decisión a escoger la opción que más te convenga.
Un beso
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